Una "Casa de pueblo", es un tipo de vivienda típica situado en un pueblo rural. Estas casas están adosadas y suelen tener una terraza o un patio.
Tradicionalmente, el primer nivel de la casa se reservaba para el equipo agrícola, mientras que el segundo nivel se utilizaba como vivienda para sus ocupantes. Si la casa tenía un tercer nivel, era costumbre que fuera un granero.
A lo largo de la historia, los materiales de construcción de estas casas han evolucionado: piedra, barro, cal y, más recientemente, cemento.
Hoy en día, estas casas de carácter son buscadas por su autenticidad y la tranquilidad que ofrecen, lejos del bullicio de los grandes espacios urbanos.
Muchos de ellos han sido renovados para restaurar su encanto tradicional, aportando un toque de modernidad y la comodidad necesaria.
Además, en la mayoría de los casos, estas casas tienen mucho espacio para vivir. Su distribución les permite alojar a varios huéspedes al mismo tiempo o transformarlos en bed & breakfast.
La compra de una casa de pueblo es por lo tanto una buena inversión, cualquiera que sea su proyecto.